miércoles, 27 de mayo de 2015

Expropiacion petrolera



El 18 de marzo de 1938, la Revolución Mexicana llegó a su mayor grado de soberanía, al resolver de tajo un problema que venía desde el Porfiriato: el petróleo. Al convertirse a finales del siglo XIX en el principal combustible mundial, las grandes compañías petroleras intentaron controlar los pozos más importantes del planeta. 
Porfirio Díaz les cobró pocos impuestos a cambio de que crearan empleos. Francisco I. Madero intentó aplicarles nuevos cobros para sostener a su gobierno y murió asesinado. Venustiano Carranza también quiso controlarlos y para eso estableció en el artículo 27 de la Constitución, que los bienes del subsuelo eran propiedad de la nación. 
Álvaro Obregón, que necesitaba el reconocimiento norteamericano, dejó de lado ese artículo y permitió que las compañías petroleras operaran libremente. En cambio, Plutarco Elías Calles decidió volver a controlar a esas empresas, por lo que en 1927 México estuvo a punto de sufrir una invasión por parte del ejército norteamericano. 
El Estado mexicano había buscado establecer un convenio con las compañías petroleras en el cual, a cambio de que ellas reconocieran que el petróleo es de la nación, el Estado les permitía operar en el país. Cuando Lázaro Cárdenas tomó en 1938 la decisión de expropiar esas empresas, fue porque consideró que de no hacerlo la nación se debilitaría y estaría a merced no de Estados Unidos, sino de ese grupo de empresarios petroleros que se convertirían en los amos de México.
El viernes 18 de marzo de 1938, las compañías extranjeras, advertidas por personas dentro del gobierno de que el Presidente planeaba algo "fuerte" en contra de ellas, declararon en el último momento estar dispuestas a hacer el pago, pero el Presidente Cárdenas ya había tomado una decisión: a las 10 de la noche declaró la expropiación mediante la cual la riqueza petrolera, que explotaban las compañías extranjeras, se volvió propiedad de la nación Mexicana.
Este hecho fue efectuado de acuerdo a la Ley de Expropiación del 23 de noviembre de 1936 y al Artículo 27 de la Constitución Mexicana.
Las 17 empresas petroleras extranjeras expropiadas fueron: Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, (London Trust Oil-Shell), Mexican Petroleum Company of California (ahora Chevron-Texaco la segunda empresa petrolera global) con sus tres subsidiarias: Huasteca Petroleum Company, Tamiahua Petroleum Company, Tuxpan Petroleum Company; Pierce Oil Company, subsidiaria de Standard Oil Company (ahora Exxon-Mobil, la más grande empresa petrolera mundial); Californian Standard Oil Co. de México; Compañía Petrolera Agwi, SA., Penn Mex Fuel Oil Company (ahora Penzoil); Stanford y Compañía Sucrs. Richmond Petroleum Company of Mexico , ahora (ARCO); Compañía Exploradora de Petróleo la Imperial SA., Compañía de Gas y Combustible Imperio y Empresas; Mexican Sinclair Petroleum Corporation, sigue siendo Sinclair Oil; Consolidated Oil Companies of Mexico SA, Sabalo Transportation Company; y finalmente la Mexican Gulf Petroleum Company (luego llamada Gulf).

No hay comentarios:

Publicar un comentario